A la misteriosa (1926)
Tanto he soñado contigo que pierdes tu realidad. ¿Habrá tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero? Tanto he soñado contigo, que mis brazos habituados a cruzarse sobre mi pecho, abrazan tu sombra, y tal vez ya no sepan adaptarse al contorno de tu cuerpo. Tanto he soñado contigo, que seguramente ya no podré despertar. Duermo de pie, con mi pobre cuerpo ofrecido a todas las apariencias de la vida y del amor, y tú, eres la única que cuenta ahora para mí. Más difícil me resultará tocar tu frente y tus labios, que los primeros labios y la primera frente que encuentre. Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona desde hace días y años seguramente me transformaré en sombra. Tanto he soñado contigo, tanto he hablado y caminado, que me tendí al lado de tu sombra y de tu fantasma, y por lo tanto, ya no me queda sino ser fantasma entre los fantasmas y cien veces más sombra que la sombra que siempre pas