Caracas, 02 de febrero
Regresé a Caracas. Emocionalmente, me siento turbia. Agarré la escritura para soltar esta porquería que me tiene atada: un miedo encadenado al cuello. Por ahora sólo puedo describir lo que me pasa pero no logro darle un nombre, hacerlo cuerpo para poder mirarlo de frente.
Regresé a Caracas. Emocionalmente, me siento turbia. Agarré la escritura para soltar esta porquería que me tiene atada: un miedo encadenado al cuello. Por ahora sólo puedo describir lo que me pasa pero no logro darle un nombre, hacerlo cuerpo para poder mirarlo de frente.
Comentarios
Publicar un comentario