"Ella estaba mirando las cosas que no se pueden decir. Algunas disposiciones de forma le despertaban aquella atención vacía: los ojos sin piedad mirando, la cosa dejándose mirar sin piedad, un tubo de goma atado a un grifo roto, la chaqueta colgada detrás, el cable eléctrico enrollado a un hierro. Buscaba, como manera de mirarlas, ser en cierta manera estúpida y sólida y llena de asombro, como el sol. Mirándolas casi ciega, ofuscada". C.L
Hoy sábado me dije: un buen trozo de chocolate probablemente haga fluir mis ideas. Me lo merecía. Estaba escribiendo los antecedentes de mi proyecto de pregrado para aspirar a la Licenciatura de Letras. Necesitaba que mi cuerpo reaccione. No tanto mi cuerpo sino mis manos; necesitaba que ellas tomen conciencia del tiempo y escriban, de manera acaudalada. Que al menos los dedos hablen concisa y correctamente sobre el tema que compete. Chocolate de sábado por la tarde. Ricura.
Buen texto, interesante, me atrapó. Saludos cordiales...
ResponderEliminar