Caracas, 21 de diciembre
Tengo un amigo que es de las pocas
personas en el mundo que me regala libros. Siempre que llega con uno nuevo es
mejor que el anterior. Pareciera que presintiera qué necesito para ese momento.
Conoce los autores que me gustan, sabe qué libros me faltan de cada uno de
ellos, a veces me sorprende la manera en que acierta cuando me hace regalos. Ayer
llegó con un libro bajo la manga de Marguerite Duras, "El
vicecónsul". Uno más para mi colección. En unos meses estaré regresando a
Argentina y él sigue llenando mi equipaje de libros. En broma me decía: “voy a
regalarte muchos libros así no puedes irte”. Y eso me causó tanta pero tanta
ternura que bailamos salsa a “nuestra manera”, con esto quiero decir que
hicimos el intento de bailarla, pero que es más la alegría del encuentro que de
demostrar que somos bailarines profesionales. Al fin de cuentas, como le decía,
nosotros sabemos leer y escribir. Y allí también se puede bailar.
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