Caracas, 27 de
noviembre
Escena de jueves
por la mañana: el andén de la estación "La paz" está prácticamente
vacío. Se escucha una melodía de fondo, no la reconozco, aunque suena bonita,
me quedo escuchando; de repente una señora a mi lado comienza a tararearla.
Efectivamente es una canción para Caracas. Siento que el tiempo se detiene. Su
voz es armoniosa, canta bajito, emocionada. La observo con detenimiento. Ella
no mira a los lados. No le importa quién la escucha, ella necesita cantarle a
esta ciudad de la furia. Esas son las cosas que quisiera contarles cada día.
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