Caracas, 09 de septiembre
Ahora resulta que el sueño está dirigido a un punto
impostergable, algo debe decirse para que el agua siga su curso, sin embargo,
quien duerme envía a un mensajero que se pierde en el camino. Y todo vuelve a
empezar: el cuerpo de la muchacha hace sombra en un costado de la cama, se
revuelve su cabello, los ojos están extintos de tanta lumbre oscura. De pronto
amanece y no se reconoce.
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