Caracas, 08 de julio


Sueño con una casa que no tiene apariencia de hogar y que permanece cerrada como féretro; abro la puerta y un río se desborda como precipicio. Siento miedo. Es la casa de mi abuela paterna, aunque ella no está sentada a la mesa, cebándome mate; tampoco escucho de fondo el sonido del televisor que de vez en cuando deja colar frases de alguna telenovela famosa. 

Comentarios

Entradas populares de este blog